Filippo meets Bo Barlett and Betsy Eby
Filippo tells us about how he met Bo Bartlett and Betsy Eby and what it felt like to share creative moments with them.
PARA ESPAÑOL DESLIZA HASTA ABAJO
I first saw Bo's Bartlett and Betsy Eby's paintings at Tom Saliba's house in Freeport, Maine.
I was immediately struck by both artists, both amazing yet so different from each other. Betsy with her beautiful abstract encaustic paintings and Bo with the magic of his realism.
One evening at Tom’s, after watching the documentary the couple filmed, called "SEE" I really fell in love with their vision of art and I felt the desire to study them both more deeply.
About two years later, I found out that Bo and Betsy were coming to San Miguel de Allende and that, thanks to our mutual collector and friend, Tom, they would be visiting me in my studio. When we met, I explained to both of them that my style “Essentialism” was also inspired by their works. But what inspired me the most about them, was their approach to art as a lifestyle in its entirety.
Having them at my studio listening to me while they were looking at my paintings felt wonderful.
A few days after, I was invited with my girlfriend to the beautiful house that Bo and Betsy were renting in town. The house was located within San Miguel's bullring! A beautiful villa with a view to all of the city, with free access to the bullfighting recital. During their stay in San Miguel, Bo painted right inside the ring (of course no fights were going on!) and, day by day, he got more and more passionate about the bulls and the stories that those walls had seen. When I learned that, I asked him if they’d like to go see my girlfriend's family ranch. The next day, we all went to the ranch and seeing Bo studying animals with quick sketches was of huge inspiration for me.
A few months after, I saw Betsy and Bo again in NY, at Betsy's solo show at the Winston Wächter Fine Art gallery, entitled "This is Where I Begin". Amazing exhibition. A few days later, I asked Bo if it was possible to visit them at his hometown, Columbus in Georgia, since I was already in the United States. I had read about the Bo Bartlett Center and wanted to see it for myself... I was heading towards an experience that would definitely change my life.
On May 11, 2022, I arrived in Columbus and Bo picked me up at the bus station. We went to his studio (coincidence is that his studio, just like mine, is located in a beautiful former textile factory). As soon as we stepped in, I recognized a few paintings which subjects were the bulls of the ranch and the bullring, that felt very special to me, and then, to my surprise, on the other side of Bo's studio was a large painting, a work in progress with 5 people portrayed... one of them was me!
Bo asked me to pose and sit on a chair in order to have a clearer idea of my features, to then use those studies for his painting. When he finished his studies, Bo kindly asked if I would like to draw him, he didn’t need to say it twice.
After the drawing session we went to dinner at Bo's house where Betsy was waiting for us together with Henry Kramer(a very talented pianist friend of the couple) and his mother.
The evening, the food, the cricket, the dances and the swim in the pool after dinner were moments I will never forget.
Everything couldn't seem to go better but my life changing moment would come the next day at Bo's museum. Accompanied by Bo I had the privilege of seeing those paintings that I had only seen in books and on the internet before. They were wonderful, poetic and some of them even huge. I was almost walking like a robot, barely able to control all the emotions I was feeling. The paintings were incredible, both from a more distant point of view, and up close, appreciating each brushstroke, and the spaces deliberately left between them.
It would take forever to write down all my thoughts on this experience in these pages, but I'm glad I did it in my diary, because every second was worth leaving it and I will make sure that each one of them will always be treasured.
La primera vez que vi los cuadros de Bo Bartlett y Betsy Eby fue en casa de Tom Saliba, en Freeport, Maine.
Ambos artistas me impresionaron de inmediato, los dos con un talento increíble, pero tan diferentes entre sí. Betsy con sus hermosas pinturas abstractas hechas con encáustica y Bo con la magia de su realismo.
Una tarde en casa de Tom, después de ver el documental que filmó la pareja, llamado "SEE", realmente me enamoré de su visión al arte y sentí el deseo de estudiarlos a ambos más a profundidad.
Dos años después, me enteré que Bo y Betsy iban a venir a San Miguel de Allende y que, gracias a nuestro mutuo coleccionista y amigo, Tom, me visitarían en mi estudio. Cuando nos conocimos, les expliqué a ambos que mi estilo “Esencialismo” también había sido inspirado en sus obras. Pero lo que más me inspiró de ellos fue su enfoque hacia el arte como un estilo de vida en su totalidad. Tenerlos en mi estudio escuchando mis palabras mientras miraban mis pinturas fue maravilloso.
Unos días después, fui invitado a ir con mi novia a la casa que Bo y Betsy rentaban en la ciudad. ¡La casa estaba ubicada dentro de la plaza de toros de San Miguel! Una hermosa villa con vista a toda la ciudad, con acceso gratuito a la plaza de toros. Durante su estancia en San Miguel, Bo pintó justo dentro de la plaza (¡por supuesto, no había corrida!) y, día a día, se apasionaba más y más por los toros y las historias que esas paredes habían visto. Cuando me enteré de esto, le pregunté si querían ir a ver el rancho de la familia de mi novia. Al día siguiente, fuimos todos al rancho y ver a Bo estudiando a los animales haciendo bocetos al momento me sirvió de enorme inspiración.
Al cabo de unos meses, Betsy y Bo estaban en Nueva York para la exposición individual de Betsy titulada "This is Where I Begin", en la galería Winston Wächter Fine Art. Una exposición increíble. Unos días después, le pregunté a Bo si era posible visitarlos en su ciudad natal, Columbus, en Georgia. Había leído sobre el Bo Bartlett Center y quería verlo con mis propios ojos… Iba en camino hacia una experiencia que definitivamente cambiaría mi vida.
El 11 de mayo de 2022 llegué a Columbus y Bo me recogió en la estación de autobuses. Fuimos a su estudio (su estudio, al igual que el mío, está ubicado en una hermosa antigua fábrica textil). Tan pronto como entramos, reconocí algunas pinturas, como los toros del rancho y la plaza de toros, lo que me hizo sentir algo muy especial. Luego, para mi sorpresa, al otro lado del estudio de Bo había una pintura grande, un trabajo en progreso con 5 personas retratadas... ¡una de ellas era yo!
Bo me pidió que posara y me sentara en una silla para tener una idea más clara de mis rasgos, que luego utilizó para hacer su cuadro. Cuando terminó sus bocetos, Bo me preguntó amablemente si quería dibujarlo, no tuvo que preguntar dos veces.
Después de la sesión de dibujo fuimos a cenar a la casa de Bo donde nos esperaba Betsy junto con Henry Kramer (un pianista muy talentoso amigo de la pareja) y su madre. La velada, la comida, el cricket, los bailes y nadar en la piscina después de la cena fueron momentos que nunca olvidaré.
Parecía que nada podría salir mejor, pero el momento que cambiaría mi vida llegaría al día siguiente en el museo de Bo. Tuve el privilegio de ver esas pinturas que antes solo había visto en libros y en internet, acompañado por él. Fueron maravillosas, poéticas y algunas de ellas incluso enormes. Caminaba casi como un robot, apenas era capaz de controlar todas las emociones que sentía. Los cuadros eran increíbles, tanto desde un punto de vista más lejano, como de cerca, apreciando cada pincelada y los espacios deliberadamente dejados entre ellas.
Me tomaría una eternidad escribir todos mis pensamientos sobre esta experiencia en estas páginas, pero me alegro de haberlo hecho en mi diario. Cada segundo de esta experiencia vivido valió la pena y me aseguraré de que cada recuerdo sea siempre atesorado. en mi mente y alma.